jueves, 4 de marzo de 2010

Carta no enviada

Is it love? Is it you? Will anything change if I say “I loved you; I didn’t know what could change if I told you that, so I didn’t. I love you, I learned so much, it changed my vision, it changed the way I step in the world, I found my artistic edge, I found my heritage and I have no clue what to do with it. I love you and I don’t know what to do about it.” I didn’t want to make you uncomfortable. I feared if I said it all the magic would go away. But was it really about you? This declaration of love was more like a declaration of fear. Be my oracle. Tell me what to do. Tell me how to continue. You taught me to follow the path of what I love; this has meant the discovery of my deep self, my deep, joyous, misunderstood, unformed self; but to follow its (unformed) path has meant a big exhaustion, impatience many parts of my life. It is like confronting a tidal wave. I have felt stubborn so many times. I am not the same person, or am I? I don’t fit anymore, or do I? What would I do if not this? Would I leave everything? I have sought to bring it in, to open spaces for it, of what I love. It was easier to think that it was you than to…

You see how weird this is: the revision of love becomes the revision of writing which becomes the revision of life… I have a life in the underworld and I have a life on the surface. But I’m broken and I need there to be a bridge, for the rich bubbles of the underworld to have channels from which they can come out into the surface land. Can I still do that?

I was so happy to see you; I was so happy you said come, visit, step inside my house, inside my world, eat weird curly vegetables. You didn’t offer the magic mushrooms but they were everywhere in my experience of the visit. My whole visit “was” a dream.

The visit made sense in two ways at least: getting a chance to be close to the subject of love; writing, continuing to learn, learning more about the path you showed me by, what? Some authors, asking some questions, simply touching a place, standing close, recognizing what was there. It was very simple but I feel like I owe you everything for that. The women artists’ path. The difficult, rocky way. The gut path.

The visit was of my dreams. I had dreamt it. I keep dreaming about it and hoping I will find a way to understand it. I keep working, and clearing the way. I think if I am going to write I must clear the way, I must order, I must work on myself. But the voices left. And only the knot remained. And pain. What’s that telling me? I don’t know…


RESPUESTA UNO:

The tears and the roses

My darling, it has been almost ten years since the last time I saw you and I can still remember your eyes fixed on that sea. Listening to everything but what I was trying to explain. Always far, elusive. Always somewhere else.

I am sorry for canceling once again the visit. I am sorry for producing so many nightmares and so many tears. Even though, the mushroom image is not so sad. I guess I am not prepared… to be honest I am terrified. I don’t think I can put up again with another painful farewell and my own judgments. I don’t want to excuse myself anymore. I am not prepared for reality.

Your artistic vein is not the consequence of my love. Instead, I think is the reason why I chose you. You were different…unique. Since the first time I looked at you I knew, as clearly as I know that I will die, that I loved you more than anything I had ever seen or imagined on earth.

You were also the subject of my love. I miss you too, I miss to listen your voice in that chorus and to see your fingers dancing all along the piano. I do not regret anything. I was completely captivated by your innocent look, your shamelessly way to cry, your ability to be amazed, your eternal rush for growing up, your dreamy childishness and a kind of eerie vulgarity.

Lolita… Lolita…I can still feel your slimness, your tiny legs between my arms. I can smell your sweet skin and feel your small hands stroking my lined face.

You must be now twenty and that’s probably the reason why you feel so much uncertainty about life. Don’t worry my little girl, you will fit in the world and I will be always here. Always in your mind. Always in your dreams.


RESPUESTA DOS:

¿Es amor? ¿Eres tú? Cambiaría algo si yo dijera “te amé; no sabía que podría cambiar si te lo dijera, así que no lo hice. He aprendido tanto, cambió mi visión, cambió la forma en la que estoy parada en el mundo, encontré mi límite artístico, encontré mi herencia y no tengo idea qué hacer con ella. Te amo y no sé qué hacer al respecto”. No quise hacerte sentir incómodo, temía que si lo decía toda la magia se iría. ¿Pero, fue en realidad por ti? Esta declaración de amor fue más cono una declaración de miedo. Sé mi oráculo. Dime qué hacer. Dime cómo seguir. Tú me enseñaste a seguir el camino de lo que yo amo. Esto ha significado el descubrimiento de mi profundo ser, de mi profundo, alegre, incomprendido y deformado ser. Pero seguir su deformado camino ha significado un gran cansancio que impacienta muchas partes de mi vida. Es como confrontarse con la marea. Me he obstinado tantas veces. No soy la misma persona, ¿o lo soy? Ya no encajo más, ¿o lo hago? ¿Qué es lo que haría sino esto? ¿Dejaría todo? He buscado llevarlo a cabo, abrir espacios para lo que amo. Era más fácil pensar que eras tú que…

Ves qué raro es esto: la revisión del amor se vuelve la revisión de escribir, que se la vuelve la revisión de la vida. Yo tengo una vida en el inframundo y tengo una en la superficie. Pero estoy quebrada y necesito un puente para que las ricas burbujas del inframundo tengan canales por los cuales puedan salir hasta la tierra de la superficie. ¿Puedo hacer eso todavía?

Estaba tan feliz de verte, estaba tan feliz que dijeras que venías, visitabas, entrabas en mi casa, en mi mundo, comiendo extraños y crespos vegetales. Tú no ofreciste los hongos mágicos pero fueron todo en la experiencia de mi visita. Toda mi visita “fue” un sueño.

La visita tuvo sentido en por lo menos dos maneras: teniendo la oportunidad de estar cerca del tema del amor, escribiendo, seguir aprendiendo, aprendiendo más sobre el camino que tú me enseñaste, ¿qué? Algunos autores, preguntando algunas cosas, sólo tocando el lugar, parándose cera, reconociendo lo que estaba ahí. Fue muy fácil pero me siento como si te debiera todo por eso. El camino de la mujer artista. La dificultad, camino pedregoso. El camino de la víscera.

La visita fue la de mis sueños. La había soñado. Yo sigo soñando sobre ella y esperando encontrar un camino para entenderla. Sigo trabajando y limpiando el camino. Creo que si voy a escribir, debo limpiar el camino. Debo ordenar, trabajar en mí misma. Pero las voces se fueron y sólo el nudo se mantuvo. Y el dolor. ¿Qué es lo que está diciendo? No lo sé…


RESPUESTA TRES:

Siempre dejo todo para el final. Pienso que es porque me gusta sentir la presión, la molestia de saberme perezoso y, no obstante, salirme siempre con la mía. Pero la verdad es que ya las fuerzas y el ingenio no son los mismos de antes. Cada vez me veo en más aprietos para librarme de los problemas que mi desidia convoca. Hoy, por ejemplo, he intentado escribir un monólogo, un ensayo y un par de ficciones breves. Pero no he podido concretar nada. Sólo balbuceos torpes, repeticiones vergonzosas de lugares comunes, en fin, pura basura. Me pregunto si no es tiempo de renunciar también a esto. Toda mi vida he renunciado a casi todo: escuela, familia, trabajo, religión, amor, y he renunciado también a la creencia en mí mismo. Sólo me queda la escritura. Sólo eso, y ahora, me acobardo al intentar, de nuevo, sobresalir. Tal vez ya ha pasado mi tiempo. Soy un pusilánime que juega a sentirse algo que no es. Lo más curioso es que muchos creen la mentira que soy, la imagen que doy a los otros. Ya ni siquiera escribo, ni pienso tampoco en lo que habré de escribir. Es miedo, lo sé, lo tengo muy en claro.

No puedo hacer otra más que confesarte esto antes de cualquier otra cosa. Hace mucho tiempo que no escribo una carta. He perdido el gusto por la palabra lanzada al aire, al vacío, esperando una respuesta o algún tipo de reacción. Renuncié a todo ello por la simple razón de no querer arrojar nada al especio de la incertidumbre. No me gusta caminar a tientas.

Escribo poco, también, porque me canso rápido. Aún no he aprendido a escribir directo en la computadora. Antes debo hacerlo todo a mano, en la única libreta que tengo, y donde guardo las palabras que se acumulan en los días, pero sobre todo en la noche. Siempre escribo tarde en la madrugada. Será porque prefiero el silencio y la quietud para pensar mejor las palabras. Ese proceso es igualmente cansado. Es demasiado lento, demasiado engorroso todo. De tanto rumiar cada línea, hay veces, que no escribo nada y me desveló sin hacer nada, mirando por horas cómo mis dedos juegan con la pluma, que por cierto, debe de ser necesariamente de tinta color negra. No puedo escribir de otra forma. Ese detalle conspira de igual forma para complicar la tarea, pues me he encontrado desesperado por escribir y sin ninguna pluma a la mano. Es terrible la sensación. Cuando eso sucede no tengo más remedio que sentarme a mirar la televisión, molesto y constipado. Pero así soy o, en otras palabras, así me he construido. Un personaje incapaz de superar los límites que su papel le impone. A veces pienso en todas las incongruencias a las que nos sometemos diariamente y que no somos capaces de transmitir a nuestras creaciones. De lo contrario, tendría entonces que dejar las palabras inconclusas, las oraciones sin sentido, los acentos desaparecidos y las comas atropelladas pues así es mi vida, así es como respiro. Mi vida es como una sentencia con mala ortografía y pésima sintaxis. La escritura no me salva sino que me condena. Por eso tampoco escribo mucho, no intento hacerlo. Temo reafirmar mi pena, la necesaria evidencia de mi incompletad. Pero ahora, aunque sea brevemente, te dedico estas líneas. No es mucho, lo sé. Pero al menos es todo lo que por ahora puedo darte. No te prometo nada más que mi locura. Quizás no sea nada para ti, pero te digo honestamente que para mi lo es todo. Quisiera que estas palabras realmente sirvieran de algo, porque siempre he tenido la sospecha de que no es así, y no obstante, pongo toda mi esperanza en ellas. Sin esperar mucho, sólo puedo dejarlas tendidas aquí, tal vez alguien, si no es que tú, las recogerá para tirarlas con premura a la basura.

Abrazos.

P.D.: Tu carta me ha conmovido mucho. ¿Qué te parece si juntos acompañamos nuestro mutuo desconcierto ante las cosas? Aquí te dejo un primer trozo.


RESPUESTA CUATRO:

You left your dreams in my place. They are noisy. I can’t stand them anymore. They miss you. Please come back.


RESPUESTA CINCO:

It is so sad. I am so sorry but…, we spent our time.

No hay comentarios:

Publicar un comentario